Siete líneas de moda de celebridades que resultaron ser poco exitosas

Las celebridades son máquinas de hacer dinero y uno de los motivos por los que muchas eligen crear sus propias líneas de moda es porque representan una forma fácil ¡de seguir aumentando sus ingresos! Desafortunadamente, cuando se trata de tendencias y de diseño, algunas no tienen ni la más remota idea de lo que hacen y el proyecto termina siendo un fracaso. Muchas marcas de indumentaria han quedado en el olvido, por lo que nos pareció interesante refrescar un poco su memoria. Todos sabemos que la industria de la moda es muy competitiva y alguien debió haberles advertido a estas personas a lo se enfrentaban. ¡Siga leyendo y descubra quiénes son!

7. Heidi Montag

En el mejor momento de su carrera, Heidi Montag decidió crear su propia línea de moda. En 2008 se asoció con Anchor Blue para darle vida a ‘Heidiwood’. Si bien las prendas eran accesibles —los precios iban desde los $10 hasta los $60—, no estaban muy bien confeccionadas. Al cabo de un año, cuando el contrato con la actriz llegó a su fin, Blue Anchor prefirió no renovarlo con la excusa de que no respaldarían a ningún otro famoso en el futuro. “Ambos creímos que un año de contrato nos beneficiaría a ambos y estamos en busca de nuevas opciones,” comentó un representante de la compañía californiana a la New York Magazine. “Nos dimos cuenta de que queríamos explorar…qué concepto de estilo manejan nuestras chicas…y no tiene por qué estar relacionado con una marca representada por un famoso. Más bien significa tendencia y comodidad y podemos lograr eso con nuestra propia marca.”

Algo nos dice que la ex estrella de televisión sacó mucho más provecho de la situación que los de Anchor Blue por lo que quisieron prevenir pérdidas futuras.

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6. Avril Lavigne

Avril Lavigne es otra celebridad que se ha incursionado en el mundo de la moda. Lanzó su propia marca en 2008. Se llamaba Abbey Dawn. Según ella, se inspiró en su propio guardarropas. “Representa lo que soy y todo lo que me parece cool, lo uso,” aseguró. “Puedo diseñar cualquier tipo de prenda que tenga ganas de usar y luego venderla.” Además, explicó que su marca está orientada a jóvenes de veinte años o más; sin embargo, sus más fieles compradoras no superan los 14.

La cantante de “Complicated” estaba feliz de presentar su colección de Abbey Dawn en la Semana de la Moda de Nueva York aunque los críticos no mostraron el mismo entusiasmo. “Si te gustan las calaveras, el brillo y los grafitis, ve a comprar a Abbey Dawn,” aseguró un diseñador. “Puede que la remera o camiseta de “What The Hell” esconda otro significado más profundo además de ser el nombre del último single de Lavigne”, bromeó otro.

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5. Mandy Moore

En 2005, Mandy Moore quiso ampliar sus horizontes al crear Mblem, su propia línea de indumentaria. Principalmente ofrecía tejidos y prendas de cachemira para mujeres altas. Sin embargo, en 2009 anunció que no continuaría con el proyecto. “Me encanta todo lo relacionado con el mundo de la moda. Me fascina. Me inspira,” le dijo a Women’s Wear Daily. “Si decido volver a poner un pie allí, lo haré cuando me sienta preparada…buscaré un buen socio que refleje quien soy y lo que pienso, no como ahora. Así que la próxima vez, esa va a ser mi prioridad.”

Moore también dijo que dejaría la moda para concentrarse en su carrera musical. Ese mismo año lanzó su sexto álbum de estudio, Amanda Leigh. Las críticas fueron bastante buenas pero no superó las 100.000 copias vendidas. Actualmente está trabajando en su séptimo trabajo discográfico.

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4. Lindsay Lohan

Lindsay Lohan estuvo involucrada en dos grandes proyectos relacionados con el mundo de la moda, aunque ninguno fue exitoso. En 2008 lanzó su propia línea de polainas, 6126, que luego se convirtió en una línea completa de indumentaria. Como todo en la vida de la ex estrella, 6126 vino acompañada de drama y conflictos. Demandó a su fabricante, D.N.A.M Apparel Industries, por $1,1 millón por patentar su marca registrada. Según la demanda, D.N.A.M tuvo que patentarla para poder realizar ventas en el exterior, pero quedó debiéndole a la joven actriz cientos y cientos de dólares. La compañía le hizo una contrademanda de $5 millones porque aseguró que la imagen de chica fiestera de Lohan tuvo un impacto negativo en la venta de los productos. Llegaron a un acuerdo de $150.000.

Las frustraciones de la pelirroja no acaban aquí. En 2009, se convirtió en la asesora artística de Emanuel Ungaro. La colección tuvo muy malas críticas y LiLo fue despedida.

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3. Sarah Jessica Parker

Sarah Jessica Parker lanzó su propia línea de modas en 2007 y la llamó “Bitten”. Se había asociado con Steve & Barry’s, una cadena de ropa deportiva. Las prendas eran súper accesibles y era posible conseguir accesorios por menos de $20. “Es una buena forma de que las mujeres sin tantos recursos financieros puedan tener acceso a prendas lindas, simples y bien confeccionadas y se sientan orgullosas de lucirlas,” aseguró la actriz. Si bien las cosas parecían ir bastante bien para “Bitten”, todo se fue por la borda cuando Steve & Barry’s se declaró en bancarrota.

En 2014, la ex protagonista de “Sex and the City” tuvo otra mala experiencia como diseñadora. Había comenzado a trabajar en su línea de calzado SJP Collection en Nordstrom. A diferencia de “Bitten”, esta no era nada accesible. Los zapatos costaban entre $195 y $500. “Me inspiré en detalles de mi propia vida como en los lazos que utilizaba para atarme el cabello cuando era pequeña o las flores del armario de Sex and the City e hice referencia a los estilos de fines de los setenta y a principio de los ochenta,” le dijo a Vogue. “Creo firmemente en la calidad y en la atemporalidad y he creado esta colección con la esperanza de que las mujeres la aprovechen por muchos años.”

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2. Jennifer Lopez

Jennifer Lopez unió sus fuerzas con Andy, el hermano de Tommy Hilfiger, para darle vida a “Sweetface” en 2001. Según el director de la compañía, Denise Seegal, el objetivo de esta línea de moda era “que sus clientes pudieran vestirse de pies a cabeza con prendas inspiradas en Jennifer y la lencería es clave para lograr el estilo de JLo.” No todos parecen estar interesados en verse como Lopez. En 2007, la producción fue cancelada por escasez de ventas.

La mismísima JLo reconoció que su incursión en el mundo de la moda fue una gran decepción. “Simplemente sentí que nunca podría hacerlo bien. Y lo peor de todo es que estaba atrapada en un dilema del que no podía salir y mi nombre aparecía en cosas en las que ni siquiera creía,” le comentó a The New York Times.

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1. Beyonce

House of Deréon, la línea de moda que Beyonce compartía con su madre Tina en 2006, recibió críticas bastante negativas. Se dijo que la indumentaria era hasta “dolorosa a la vista” y se la criticó por tener muchos botones, lazos y logotipos. Para empeorar las cosas, se creía que estaba sobrevalorada. En 2012 madre e hija intentaron reinventar su marca al suspender la línea para niños de Deréon y enfocarse un poco más en crear un producto más elegante, algo que la misma cantante luciría. No obstante, los cambios fueron en vano y la línea dejó de existir al poco tiempo.

En 2014, Beyonce le dio otra oportunidad a la moda. Firmó un contrato con la tienda de origen británico Topshop para lanzar una línea de indumentaria deportiva. “Asociarnos con Beyonce, una de las personas más trabajadoras y talentosas del mundo, que pasa horas y horas de su vida bailando, ensayando y entrenando es una oportunidad única para desarrollar esta categoría,” afirmó Sir Philip Green en referencia a su socia. ¡Esperemos que le vaya mejor que con House of Deréon!

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Mike McAninch

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